Como su propio nombre indica, Vi de la vila de Torroja es un tinto elaborado con uvas vendimiadas en los alrededores del pueblo de Torroja (Tarragona). En este caso, a diferencia de lo que sucede con las cuvées más excepcionales de Terroir al Límit, vino de pueblo se elabora con dos variedades distintas: Garnacha y Cariñena, e interpreta dos suelos distintos: pizarra y arcilla. D.O. PRIORAT. TERROIR AL LIMIT SOC. LDA. 93 puntos Parker. La bodega Terroir al Límit dispone de viñedos propios, viejos cultivados en laderas, con cepas de entre 50 y 100 años de edad, trabajando con las variedades autóctonas y con prácticas biodinámicas. La filosofía de la bodega se basa en la producción de vinos con carácter que nos muestran sutilmente de una forma elegante y fresca el terroir único del Priorat. Una historia de viñas viejas entre 50 y 110 años, extremas, situadas en pequeñas parcelas y acariciadas por el clima mediterráneo y otras no tan antiguas, cultivadas en espaldera. Después de una elaboración tradicional, Torroja Vi la de la Vila pasa por una crianza de 12 meses en foudres de roble francés de segundo vino (Los foudres son tinas de gran capacidad que, gracias a su tamaño, reducen el contacto del vino con la madera, permitiendo continuar la crianza sin añadir demasiados taninos y aromas tostados al vino) Esta botella de vino, tiene una espera de varios meses para ser descorchada y compartida, un inesperado y preciado regalo que despertando mucha curiosidad y buscando el momento adecuado, no defraudó. Nos fue ganando poco a poco, muy grácilmente. Tinto sutil y esbelto, de sugerente color ciruela madura y lágrima larga. Su corcho muy coloreado y limpio, su vestido, de capa baja. En NARIZ con aromas de regaliz, herbales, de almendras y esa pimienta rosa que se multiplica con el calor de las mejillas. En PALADAR es fresco y jugoso a la par, redondo y expresivo. Su textura es sedosa, recuerda e inspira a los vinos de Borgoña gracias a unos taninos finísimos… Lograda acidez que le permite mostrarse vigoroso sin abrumar. La madera se intuye, pero no resalta en absoluto y su calidez demuestra serenidad. Su final es largo y personal como un espíritu joven, luchador e innovador. Se recomienda abrir una hora antes de servir o utilizar un aireador. Excelente guarda. Es el vino ideal para iniciarse en la filosofía del Terroir…Aunque no percibimos el esperado toque mineral/pizarroso…Sí , su excelencia.
Y musicalmente hablando, pues nos decantamos también por algo genuino y catalán como puede ser Serrat y su palíndromo Tarres. El Priorat es la segunda denominación de origen calificada de España tras Rioja y es probablemente una de las zonas en donde mejor se palpa la inmensidad ... El Priorat (Tarragona) es una tierra mística, de grandes vinos, que nacieron a la luz del recogimiento y de la oración propiciados por una fundación monacal que dio nombre a la comarca y que fue la responsable de que la palabra Priorat supiera a vino y a excelencia. Terroir al Límit es una bodega formada inicialmente por dos amigos: Eben Sadie, de Sudáfrica, donde él también produce vino, y Dominik Huber, alemán. Posteriormente participa y se añade al proyecto Jaume Sabaté. Un proyecto tan inspirado como arriesgado, totalmente centrado en la viña, recuperando prácticas de elaboración tradicionales y reduciendo el protagonismo de la madera al mínimo. La bodega trabaja con la intención de rescatar el espíritu de los vinos tal y como se elaboraban antes de la conocida como revolución del Priorat. Buscan la mínima intervención y tratar de que al consumidor le llegue la máxima expresión de la Garnacha y la Cariñena en cada botella que se descorcha. Filosofía francesa aplicada al terruño y distinguiendo entre vino de pueblo (anticipándose ligeramente a la zonificación oficial de la región y a la creación de la categoría vi de vila), vino de coster y vino de altura que sería el equivalente al grand cru ; preferencia clara por la Cariñena y Garnacha mejor que no provenga de suelos de pizarra; no se buscan maduraciones excesivas y se vendimia de forma más bien temprana; la fermentación se realiza con raspón (últimamente se retira antes de que finalice por completo) en cubas abiertas de plástico y la madera se limita a la mínima expresión, favoreciendo los envases de gran tamaño y en especial los foudres. "No queremos maquillar nada", dice Dominik A. Huber de sus vinos. "Si crees en tu territorio y en tu terruño no necesitas una barrica". Desde luego, puede considerarse una afirmación casi sacrílega en el país que más devoción presta a la madera. Pero estamos en el Priorat, probablemente la región que concentra el mayor número de visionarios y románticos del vino, y el pequeño proyecto del alemán Huber es un punto y aparte con respecto a lo que se había hecho hasta ahora en la zona. Como afirma Huber, “puede ser una experiencia única beber un vino especial que realmente te conmueve y que tiene la capacidad de transportarte a un cierto terroir”. Y qué duda cabe que el Priorat está lleno de paisajes impactantes y que emocionan: un laberinto de montañas, curvas sin fin y viejas viñas plantadas en pronunciadas laderas sobre suelos de pizarra (la llamada 'llicorella'). Leyendas místicas La leyenda detalla que la orden envió unos monjes a buscar el lugar más adecuado a sus necesidades. Durante este tiempo encontraron un pastor que les explicó que en sueños veía a unos ángeles que subían al cielo por unas escaleras apoyadas en la cepa de un pino que había en el lugar donde él llevaba a sus rebaños a pastar. Esta geografía tan bella como llena de dureza ya atrajo poderosamente a los monjes cartujos que, en el siglo XII, vieron en la rocosa sierra del Montsant una escalera hacia el cielo, se asentaron a sus pies e impulsaron notablemente el cultivo de la viña. Los monjes lo interpretaron como una señal de Dios y allí mismo construyeron un pequeño claustro que sería el origen de la Cartuja de Santa Maria de Scala Dei, que significa «escalera hacia Dios”. Fue un centro de expansión para otras fundaciones religiosas y llegó a tener tres claustros y hasta 30 celdas. La cartuja fue impulsora fundamental del cultivo de la vid en la región que actualmente conforma la «Denominación de Origen Calificada Priorato». Scala Dei fue un monasterio fundado en el siglo XII, considerado como la primera cartuja y el primer cenobio de la orden de San Bruno en la Península Ibérica. Se remonta al año 1194, en el que el rey Alfonso II el Casto donó las tierras a la Orden de los Cartujos para que construyeran un monasterio. Mis Encuentros con el Vino. Irene Sayas.
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irene sayasEntusiasta y conocedora de la magia del vino. El vino evoca, convoca y provoca... *Archivos:
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